DANZA: ENTREVISTA A LUIS BIASOTTO
La prohibición de entretener
Presenta una obra, "Octubre", en la que cuestiona parámetros acerca de la danza y lo contemporáneo.
Por: Laura Falcoff

¿Qué entendés como reflexión en relación a "Octubre"?
En primera instancia, quise apartarme del sentido habitual de un espectáculo: no pensar un espectáculo sólo como entretenimiento; lo digo como autocrítica porque mis espectáculos tienden a entretener.
Me parece que fuera del espectáculo puramente comercial, la danza, el teatro, la música o el cine contemporáneos no buscan sólo "entretener".
Me refiero a que el espectador en casi cualquier espectáculo es pasivo; así que pensé desde qué punto de vista se podía generar algo más reflexivo; y también me interesaba manifestar lo que veo que sucede dentro de la danza: qué ocurre cuando uno está creando. Y hay otras puntas: una lectura que hice de Heiner Muller en la que habla de la muerte del actor, y también de Roland Barthes, cuando se ocupa de la desaparición del autor. Antes, estuve en un festival francés muy alternativo y los trabajos que vi allí no pueden ser catalogados como danza; qué pasa entonces cuando uno piensa en un espectáculo más "contemporáneo", y lo digo entre comillas, "arte contemporáneo". Pagar la entrada pero no saber qué vas a ver.
¿No es un concepto, a esta altura, bastante anticuado?
Yo te digo lo que pienso, vos sacá tus conclusiones. Quiero decir: cuando vas al teatro pagás para ver algo que seguramente ya conocés; en Octubre, no. Me ocupé de que no figurara en las gacetillas previas quiénes iban a trabajar ni cuánta gente participa.
¿Por qué llamaste a bailarines para una obra en la que no hay danza?
Porque son las únicas personas que me entienden y porque tienen una rigurosidad que los actores -al menos los que yo conozco- no tienen.
A pesar de esa reflexión profunda de la que hablás, el tono de tu obra es chistoso.
No sé, me sale así. Será porque soy cordobés.
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